Que un niño aprenda a nadar puede ser una de las destrezas más útiles que los infantes pueden adquirir. Cuando los padres toman la decisión de enseñarles a sus pequeños hijos a aprender a nadar, les están ayudando a prevenir una gama de eventuales accidentes que podría llegar a ser muy peligrosos e incluso mortales.
Cuando los chicos aprenden a nadar adquieren seguridad en el agua, pero por sobre todo aprenden a valerse por si mismo en las piscinas o otros lugares que requieren de sus primeros conocimientos como nadador.
Estas herramientas son fundamentales para la seguridad tanto de niños como también en adultos cuando aprenden a nadar.

Entretención y seguridad
Estar en el agua debe ser una experiencia divertida. A los niños les fascina, pero muchos sienten miedo, sobre no poseen la habilidad de saber nadar.
Los momentos que los pequeños pasan en el agua deben ser divertidos y una experiencia segura para ellos y sus familias.
¿Qué se debe hacer para aprender a nadar?
Quizá esta pregunta surja en la cabeza de los padres al momento de darse cuenta que su hijo o hija pequeña necesita aprender a nadar.
Aprender a nadar desde chico puede lograr evitar cualquier inconveniente que se pueda presentar en lugares que tengan piscinas o alguna otra fuente de agua, como ríos o el mismo mar. Recordemos que la experiencia en el agua debe ser siempre gratificante y significativa.

Cada pequeño puede aprender a nadar a su ritmo
Si bien es cierto es muy útil que los pequeños aprendan a nadar a temprana edad, en lo concreto todos los niños son diferentes y no todos están preparados para aprender a nadar a la misma edad o en el mismo momento de sus vidas.
La madurez emocional puede ser distinta entre cada infante. Y así también sus cuerpos son distintos (algunos más altos, otros más bajos, etc)
En general, American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda que se aprenda a nadar después que cumplen 1 año, sin embargo, todo va a depender de lo que sienta cada chico, de sus habilidades y de su confianza.
¿Cuáles son los primeros pasos para aprender a nadar desde cero?
A continuación, detallaremos varios elementos importantes que le pueden ayudar a los chicos a aprender a nadar de manera progresiva y entretenida.
Algunos de estos elementos son:
- Aprender a flotar.
- El correcto uso de sus brazos y piernas.
- Perder el miedo al agua.
Flotar y la enseñanza que puede salvar vidas
Aprender a nadar es aprender a flotar. Quizá el recurso más importante a la hora de este aprendizaje es que los pequeños lograr el correcto flote. Si le enseñamos a los niños a flotar le podemos salvar la vida, sobre todo en el caso que se vea inmerso en un accidente, que caiga en una piscina o en cualquier otro lugar que contenga agua.

Se recomienda que los padres puedan colocar a sus hijos boca abajo, con la cabeza elevada para que puedan respirar correctamente y, mientras lo sostengan del abdomen, pueden ayudarlo a lograr un flote.
Los pequeños regularmente disfrutan esta actividad. Si ya han perdido el miedo al agua, aprender a flotar será muy entretenido.
Siempre los padres deben estar presentes.
Si el niño no ha adquirido aún la habilidad de flotar, los padres debe ser el sustento de sus primeros juegos de nado, siempre sosteniéndoles del abdomen para que ellos puedan simular que están nadando, mediante movimientos de brazos y piernas.
Brazos y piernas son muy importantes
Luego que el niño haya aprendido a flotar, es muy importante que pueda aprender a usar sus brazos y sus piernas de manera correcta.
Si bien es cierto un ser humano puede lograr un flote sobre el agua de manera controlada y sin mucho esfuerzo, son los brazos y los pies los que le permiten, en un principio, lograr un flote adecuado.
Ahora si se desea movilizarse dentro de una piscina; o sea, nadar hacia adelante, avanzar con más rapidez, doblar; los brazos y las piernas son las partes del cuerpo fundamentales para esto.
Cuando nadamos coordinamos todo nuestro cuerpo
Las primeras brazadas del niño son muy importantes. Una buena técnica de brazada le puede asegurar un buen desplazamiento por el agua y un mejor impulso hacia el punto donde se dirige.

Y así como los brazos son importantes, el uso de los pies también lo es. Cuando los padres sostienen a sus hijos mientras le ayuden a que floten, pueden indicarles, en el momento, que den sus primeras patadas y brazadas para que puedan simular el nado antes de ejecutarlo.
Las primeras patadas le permitirán sentirse más seguro con sus piernas, para que luego, mediante el aprendizaje de algunas técnicas, puedan manejarlas de mejor manera dentro del agua.
¿Cómo perder el miedo al agua para aprender a nadar?
El niño que trata de aprender a nada debe sentirse seguro.
Es muy común que algunos pequeños, si no la mayoría, tengan algo de miedo o de rechazo cuando se enfrentan a entrar al agua por primera vez. Aquí, lo más importante, es que las primeras experiencias con piscinas o lugares similares, pueda realizarse de manera gradual.
Como se ha dicho, forzar a un niño entrar al agua puede llegar a ser contraproducente.
Las prisas para que los infantes aprendan a nadar, puede incluso ahuyentar sus ganas o generar más rechazos y miedos. Es por eso que siempre los primeros contactos con el agua deben de hacerse de manera progresiva y lenta, siempre teniendo en cuenta sus características y sus cualidades en general.
Lo primero es enseñar al niño a perder el miedo.
Muchos niños sienten miedo, en un principio, de entrar al agua. Para permitirles, poco a poco, a eliminar sus miedos, se les recomienda a los padres que sean ellos los que les ayuden a entrar al agua.
Pueden, por ejemplo, entrar con ellos y compartir la experiencia de sentir el agua y estar en su interior de manera segura, siempre sosteniéndolos y mostrándole que esta actividad puede ser entretenida y que los miedos, en definitiva, son un obstáculo que no les permiten disfrutarla.
Es muy importante no forzar a los pequeños a entrar al agua si no quieren. Esto podría causar el efecto contrario e incrementar el miedo que ya tienen.
Una experiencia en familia
Es por eso que cuando los padres decidan comenzar a soltar a los niños dentro del agua, de la piscina, por ejemplo, lo mejor que se puede hacer es que los chicos y chicas puedan sentir que están parado en un lugar que tenga fondo.
Se comienza siempre a perder el miedo al agua mostrándole que este es un lugar seguro y si están en la parte baja, sus pies tocarán el piso y podrán mantenerse estables y firmes dentro del agua.
Tratar que el niño tenga su primera experiencia de nado en un lugar donde sus piernas no logren tocar fondo, lo único que producirá en el pequeño o pequeña es más miedo e inseguridad, tanto que esta experiencia pueda llegar a causar un trauma y ser contraproducente a la hora de aprender a nadar.
¿Por qué los niños sienten miedo al agua?
Lo primero que hay que entender es que los niños están teniendo sus primeras experiencias en la vida. He aquí una lista de las razones de por qué los pequeños sienten miedo al entran al agua:
- Miedo a los desconocido: Todo para ellos es desconocido. Y todas las cosas desconocidas, para los niños y para todos los seres humanos, producen miedo.Este miedo es natural y se puede combatir. Y es por eso, como se decía anteriormente, que la experiencia de ingresar al agua debe ser gradual.
- Ambiente acuático agradable: Siempre hay que fijarse que la temperatura del agua sea la ideal. Y con esto sólo se quiere decir que no se encuentre en los extremos. Agua muy caliente o muy fría puede causar un shock inmediato en el infante. En cambio, si el agua posee una temperatura templada, el ingreso a esta no tendrá un impacto mayor en su consciencia.
- Imágenes perturbadoras previas: Muchos de ellos están expuestos a las imágenes que reciben de la televisión y, hoy por hoy, de Internet. Estas imágenes pueden detonar reaccionar de temor en algunos niños, sobre todo si les ha tocado presenciar algún video, caricatura, etc, que le haya producido algún impacto y miedo a la hora de entrar al agua.
Hay que siempre recordar que una mala experiencia en su primer ingreso al agua puede llegar a ser traumante y hay que evitarla.
Vamos todos juntos a superar el miedo
Es muy importante que los padres, al darse cuenta que sus hijos, tienen miedo de entrar al agua, puedan tomar la decisión correcta para enfrentar estos temores.
Y la decisión más adecuada para que el niño deje sus miedos y siga su camino que le permita aprender a nadar es que los padres enfrente el problema y no lo eviten.
Enfrentar el miedo al agua
No enseñarle a nadar a un niño porque tiene miedo no es lo mejor que se puede hacer. Hay que ayudarle a superar los miedos. Mantener sus miedo al agua y no ayudarlos a superarlos en también enseñarles- con el ejemplo o indirectamente- a que los miedos no deben superarse y que pueden quedarse con uno para siempre.
Hay que enfrentar el miedo al agua de los niños con estrategias.
El miedo se puede superar, pero ¿cómo se supera el miedo a entrar al agua? Enfrentando el agua. Poco a poco los padres, siempre presentes en su aprendizaje de nado, le deben hacer notar al pequeño que no existe mayor peligro en el agua si se está bien preparado y se tienen las condiciones necesarias para interactuar con esta.
Gradualemente, pueden ingresar con él o ella a la piscina y disfrutar juntos de un momento acuático en familia. Siempre progresivamente, en la parte más baja y con mucha buena energía y alegría para poder espantar los miedos y recuperar la confianza.
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